miércoles, 10 de febrero de 2016

Salva la vida a un jugador que sufrió un infarto jugando a pádel en Cambrils

Raquel Adán, trabajadora del club Set Cambrils, reanimó durante 8 minutos al socio y supo activar el desfibrilador portátil.
Raquel Adán todavía se pellizcaba ayer de lo que ha vivido y sufrido esta semana. Esta joven trabajadora del club Set Cambrils, ubicado en la avenida Bèlgica, se ha convertido en la heroína de un socio del club que el miércoles a última hora de la tarde sufría un infarto durante un partido de pádel.
Todo ocurrió muy rápido. El jugador, de unos 60 años de edad, se desplomó en el suelo y todos los que lo rodeaban se quedaron en estado shock. Raquel, que ha aprendido técnicas de reanimación tras trabajar en verano en el Càmping Els Prats y porque su novio es mosso d’esquadra y se lo ha enseñado, no se lo pensó dos veces. Se agachó y empezó a practicarle el masaje «por instinto», confiesa.
Raquel estuvo ocho minutos realizando el masaje mientras esperaban la llegada de la ambulancia de Emergències Mèdiques. Antes, pero, llegó una patrulla de la Policía Local de Cambrils con el desfibrilador «y como tenía los conocimientos de cómo usarlo, se lo puse y le aplicamos la descarga eléctrica», relata.

Al poco llegaron los sanitarios y terminaron el trabajo. «Tenía el color de piel amoratada y en ningún momento durante la reanimación se despertó», explica la trabajadora del club.
Los sanitarios lo trasladaron de urgencia al hospital Sant Joan de Reus. Los médicos decidieron inducirle el coma para ver cómo respondía tras esos primeros auxilios en la pista de pádel.
Ayer, a la hora de comer, el equipo médico del hospital Sant Joan decidió sacarle del coma inducido tras comprobar que el TAC realizado no había encontrado secuelas. La mujer del socio explicó al club que había abierto los ojos y que todo hacía presagiar que se recuperaría del infarto sufrido.
La mujer agradeció de todo corazón la reacción de la trabajadora para auxiliar a su marido y explicó que los médicos del hospital habían recalcado que gracias a los primeros masajes el socio estaba vivo y recuperándose. «No sé cómo estuve tan tranquila, porque aún ahora me duran los nervios», admite Raquel Adán.
 
05/02/2016

No hay comentarios:

Publicar un comentario