miércoles, 3 de diciembre de 2014

Un guardia urbano salva la vida a un turista con un desfibrilador

Un cabo de la Guardia Urbana de Barcelona salvó la vida el pasado sábado 29 de noviembre a un turista ucraniano de 55 años que sufrió un infarto, al realizarle un masaje cardíaco y aplicarle la descarga de un desfibrilador (DEA) que le resucitó de una parada cardiorrespiratoria.
El hecho ocurrió sobre las 13.30 horas del pasado sábado, cuando una señora se acercó a una patrulla de la Guardia Urbana que se encontraba en la plaza de Cataluña para avisarle de que en la estación de los Ferrocarriles de la Generalitat (FGC) un hombre había caído al suelo, no podía respirar y sufría, al parecer, un infarto.
El cabo de la Guardia Urbana, Francesc Sancho, de 46 años y que lleva 16 en el cuerpo de la policía municipal, ha explicado a Efe que, cuando les avisó la señora, bajó corriendo a la estación de los FGC y se encontró al turista tumbado, sin pulso y una mujer intentando reanimarle.
Sancho es instructor de cursos de primero auxilios y había hecho uno específico sobre el uso de desfibriladores.
"Por eso sabía que en una farmacia próxima tenían un DEA y pedí a un compañero que lo fuera a buscar", ha rememorado el cabo.
Mientras llegaba el desfibrilador, el policía continuó practicando maniobras de resucitación hasta que el compañero le trajo la máquina y le conectó los electrodos.
"El DEA indicó automáticamente que el paciente necesitaba una descarga y así lo hicimos", ha explicado el agente, que respiró aliviado al comprobar que el hombre recuperó el pulso que había perdido.
A los pocos minutos llegó la ambulancia que había sido requerida y los técnicos sanitarios medicaron y colocaron un "masajeador" mecánico al paciente, que iba acompañado por su mujer y estaba de turismo en Barcelona.
Sancho ha explicado que por la tarde acudió al hospital de Sant Pau de Barcelona para ver cómo se encontraba el turista y lo encontró ingresado en la UCI, estable, una vez que fue sometido a un cateterismo.
"Es una sensación muy agradable, satisfactoria y emocionante cuando ves que has recuperado a una persona. Cuando volvió a tener pulso creo que nos abrazamos todos", ha rememorado Sancho, que ha destacado la importancia de aprender a hacer compresiones torácicas de primeros auxilios y saber manejar un desfibrilador "aunque las instrucciones que lleva son muy fáciles y claras para seguir".
En los minutos que duró la acción, otro agente de la Guardia Urbana que habla ruso pudo tranquilizar y hablar con la esposa del hombre infartado.
Sancho ha explicado que hay un proyecto para que todos los agentes de la Guardia Urbana de Barcelona sigan un curso para aprender técnicas de resucitación y a usar un desfibrilador, cuya presencia en lugares y establecimientos públicos se está extendiendo.
Según los expertos, en España fallecen cada año 30.000 personas por muertes súbitas, muchas de las cuales podrían salvarse si hubiesen más desfibriladores portátiles en zonas públicas.
"El gran problema de la muerte súbita es que se produce por una arritmia y esto sólo tiene dos tratamientos: el farmacológico, que hasta que no llega la ambulancia no se puede hacer, o el electromecánico, el desbibrilador y las maniobras de compresión torácica", ha explicado el doctor de medicina crítica del Hospital Sant Pau, Marc Bausili, instructor de resucitación y fundador de la empresa CardioSOS, dedicada a enseñar a usar desfibriladores.
Según Bausili, el uso de un desfibrilador es relativamente sencillo, no agrava el mal estado de la posible víctima y puede ayudar a salvarle la vida

03/12/2014
http://www.lavanguardia.com/vida/20141203/54420486067/un-guardia-urbano-salva-la-vida-a-un-turista-con-un-desfibrilador.html

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