
Por ese motivo, optaron por utilizar el desfibrilador semiautomático que hay en el equipamiento deportivo. El aparato detectó que el corazón del jugador podía presentar una fibrilación ventricular, por lo que le aplicó una descarga eléctrica.
A partir de la descarga, el futbolista respondió positivamente y al llegar una ambulancia diez minutos más tarde se constató que el chico estaba consciente. El joven fue trasladado al Hospital Universiari Mútua Terrassa. Allí, donde permanece ingresado fuera de peligro, han determinado que el joven ha tenido un problema muy grave y que el desfibrilador le ha salvado la vida.
Ayer mismo, desde el Hospital Universitari Mútua Terrassa afirmaron que su pronóstico es "menos grave" y que su situación es "estable". Las mismas fuentes hospitalarias confirmaron que se trató de una parada cardiorespiratoria y destacaron que fue gracias al uso del defibrilador que el joven pudo salvar la vida.
Ciudad cardioprotegida